domingo, 14 de diciembre de 2014

AVALANCH, LA INQUISICIÓN Y TORQUEMADA


Los asturianos Avalanch se convirtieron a finales de la década de los 90 en uno de los principales grupos españoles de power metal por derecho propio, si bien es cierto que con el paso del tiempo apostaron por una evolución hacia el metal progresivo, alejánodose paulatinamente de sus raíces. “La llama eterna” fue su primer disco, que, aparecido en 1997, les dio a conocerse en el panorama español. Pero fue con “Llanto de un héroe” (1999) cuando definitivamente se afianzaron como banda de primer nivel. La banda, liderada por el vocalista Víctor García (en WarCry desde el año 2002) compuso un plástico “redondo” (nunca mejor dicho) cuyas letas se centraban en héroes medievales españoles como el Cid, Don Pelayo o el inquisidor Tomás de Torquemada. Es precisamente esta figura histórica de la que trata el tema que abre el disco (tras una breve intro). En “Torquemada”, la banda se centra en las atrocidades cometidas por el famoso inquisidor, a la vez que trata el tópico de “predicar con el ejemplo”, tantas veces abandonado a lo largo de la historia por la Iglesia Católica.  

La Inquisición llegó a España en 1478 de la mano de los Reyes Católicos, gracias a la bula papal “Exigit sincerae devotionis”, con la finalidad de acabar con las prácticas judaizantes de los judeoconversos de Sevilla. Dichas prácticas fueron denunciadas por el cardenal Mendoza y por el propio Torquemada. El 6 de febrero de 1481 Torquemada llevó a cabo el primer auto de fe en Sevilla, donde fueron quemados 6 personas acusadas de ser judeoconversos. Tras dichos actos, fue nombrado “Inquisidor General” por el propio papa en 1483. El nombre de Torquemada suele estar ligado a la llamada leyenda negra de la Inquisición española: los herejes eran su principal objetivo pero también perseguía a todo aquel que osara contradecir al Tribunal de la Inquisición. El resultado: durante su mandato fueron quemadas entre 2.000 y 10.000 personas (según las fuentes) y unas 100.000 sufrieron vejaciones de mano de la Inquisición. Sin embargo, el cronista contemporáneo a Torquemada Sebastián de Olmedo lo definió como “el martillo de los herejes, la luz de España, el salvador de su país, el honor de su orden”. Cosas de la historia.

Aquí os dejo la letra y el vídeo (también con letra):

En tiempos de dios sobre un altar,
Su rostro surgió de entre tinieblas.
Sembrando el terror, llevando el mal,
Torturas, horror, muerte y hogueras.
Cobarde y traidor,
Oculto tras falsas creencias,
Verdugo a la vez que orador
Que se oía reír con cada condena.


La iglesia en sus manos delegó,
Cayó y otorgó y ahora lamenta.
No importa tu edad ni religión,
No importa el color, sólo eres leña.


Ojos que no ven
Corazón que no siente aunque pesa.
La historia os recuerda el error,
Responded ante dios o ante vuestra conciencia.


Sobre las llamas del terror nació
Un canto a un nuevo día, a un nuevo sol.
Sufre en silencio tu maldad, tu dios
Aún cura sus heridas y su dolor.


Ciego está
Quien no mire atrás
Y reconozca su error, su gran error.
¿dónde está
Toda aquella humildad
Que predicaba tu dios?
¿dónde está?


Sobre las llamas del terror nació
Un canto a un nuevo día, a un nuevo sol.
Sufre en silencio tu maldad, tu dios
Te espera en la otra vida, con su bendición...


Ciego está
Quien no mire atrás
Y reconozca su error, su gran error.
¿dónde está?
Toda aquella humildad.

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